La orangután Tori, una de las inquilinas del zoológico de Taru Jung en Indonesia, está en pleno proceso para dejar de fumar. Según informó The Guardian, Tori aprendió a fumar hace 10 años por culpa de los visitantes del zoo, ubicado en una isla cerca de Java.
Los turistas arrojaban colillas de cigarros cerca de su jaula y ella aprendió imitando lo que veía. Ahora, con ayuda del Centro Para la Protección del Orangután de Borneo, la simpática Tori se fumó el último cigarro el pasado 28 de mayo.
Desde entonces sus cuidadores han hecho todo lo necesario para que abandone ese vicio, y se sobreponga a las ganas de echarse un pitillo. Claro que ella no está muy de acuerdo, y a todo el que pasa cerca de su recinto lo llama, mientras se lleva dos dedos a la boca para indicar que quiere un cigarrillo, y al no recibirlos se enfada y comienza a arrojar cosas.
La táctica que han seguido los responsables del zoo para ir quitándole el vicio ha sido mejorar su recinto, con detalles como una hamaca y varias cuerdas atadas a los postes que los orangutanes usan normalmente para hacer giros en el aire con los que expresar su estado de ánimo.
Otra de las tareas a las que se han enfrentado es la de impedir que visitantes sin escrúpulos le den cigarrillos. En el tratamiento para dejar el tabaco, Tori no está sola. Otros tres orangutanes enganchados al humo, llamados Didik, Yeti and Doni también se encuentran en medio del proceso para llevar una vida más sana.
Vía: Te Interesa
Imagen: Diario de 3