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Salvo que la rápida tala de bosques se controle en Indonesia, sus habitantes podrán preguntarse un día: «¿A dónde se han ido todas las flores?». Pero es posible que a la letra de esa canción de Joan Báez deban agregar: a dónde se fueron los tigres, elefantes, orangutanes, aves y comunidades forestales.

La cantante estadounidense, todo un emblema de los años 60, cantaba entonces contra la guerra de Vietnam. Actualmente, organizaciones ambientalistas en Indonesia libran un combate contra la deforestación.

Este país alberga a alrededor de 15 por ciento de las especies conocidas en el mundo de plantas, mamíferos y pájaros. Algunos ya están en peligro crítico a consecuencia de la tala de bosques para abastecer la industria del papel o para dar lugar a la explotación de la palma aceitera y la minería.

Al cumplirse en Indonesia el primer año de una moratoria de dos a la deforestación tras un compromiso de 1.000 millones de dólares de Noruega, una coalición de entidades ecologistas nacionales e internacionales urge al presidente Susilo Bambang Yudhoyono a fortalecer la medida.

Su objetivo reducir y, en última instancia, frenar defintivamente la deforestación en el país.

«La moratoria existente solo incluye los nuevos permisos de uso de bosques, pero no revisa los ya existentes. También tiene otros vacíos flagrantes que es necesario abordar si Indonesia quiere cumplir sus compromisos internacionales», dijo en una conferencia de prensa Yuyun Indradi, asesor de políticas forestales en Greenpeace – Asia sudoriental.

Esas preocupaciones se plantean de cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, más conocida como Río+20, que tendrá lugar del 20 al 22 de este mes en Brasil.

Vía: IPS Noticias
Imagen: Efe verde

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