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Indonesia puede ser un país cerrado en muchos aspectos, como la mayoría de los que se encuentran en esta parte del continente asiático, aunque lo cerrado no le quita lo audaz. De hecho, a estas alturas sus autoridades están analizando seriamente imponer el castigo de la castración química en los casos comprobados de violaciones por parte de hombres.

En tal aspecto, ha sido Julian Pasha, el propio portavoz del presidente Susilo Bambang Yudhoyono, quien ha puesto en tela de juicio la temática ante los medios locales, al indicar que “el ministro Nafsiah Mboi ha propuesto el uso de la castración química para desalentar a los pedófilos pero no podemos hacer comentarios porque este tema todavía está bajo discusión entre los diferentes ministerios”.

Todo esto sucede, es bueno destacarlo también, luego de que en las últimas horas se conocieran una serie de casos de abuso sexual infantil, lo que ha despertado la furia de buena parte del pueblo indonesio, que quiere ver a los culpables no sólo tras las rejas, sino además sufriendo algún castigo físico, que podría ser simbolizado evidentemente en la castración química, que tiene adeptos también en otras partes del planeta.

Hay que recordar, al mismo tiempo, que han pasado sólo semanas desde que se conociera que las autoridades locales habían logrado atrapar a un grupo de personas que trabajaban en la Escuela Internacional de Yakarta, y que habían abusado de pequeños aprovechando de su situación de confianza dentro de esta institución. Hasta ahora, la castración química sólo está aprobada en Corea del Sur, Polonia, Rusia, Estonia y algunos estados de Estados Unidos, mientras que la India y Malasia también discuten su puesta en práctica.

Vía: El Economista
Imagen: RPP

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